Mi esposa y yo hemos estado asistiendo a las reuniones de Fresh Hope. Llevamos 39 años casados y a ella se le diagnosticó por primera vez trastorno bipolar hace aproximadamente 30 años. Como la mayoría de los cónyuges, no tenía ni idea de cómo reaccionar ante las muchas complicaciones de esta enfermedad mental. Todavía sigo luchando con esto. ¿Son mis respuestas demasiado duras o no lo suficientemente duras? ¿Dejo pasar las cosas porque ella tiene la enfermedad? ¿La estoy apoyando de una manera apropiada que la está ayudando o estoy obstaculizando su recuperación?

Nadie tiene todas las respuestas, sin embargo, el grupo de Fresh Hope me ha ayudado inmensamente. Escuchar a los afectados por los trastornos del estado de ánimo y cómo sus familias interactúan (o no interactúan) con ellos, y oír sus sentimientos me ha abierto los ojos. Además, compartir experiencias con otros "seres queridos" y escuchar lo que ha funcionado y lo que no, no tiene precio. Desafortunadamente, no muchos cónyuges o parejas asisten a las reuniones de los martes por la noche.

Although the primary focus is (and should be) on providing hope to those affected with mood disorders, I would like to invite the spouses, partners, family and friends to come to one of our meetings. At the beginning of the meeting, after an opening prayer, we all read the tenants of Fresh Hope. One of the main themes is that of privacy and confidentiality. There is usually a topic presented by Pastor Brad or the facilitator for the evening. If the group is big enough, we will then break up into groups. Normally this would include one group consisting of the people that have been diagnosed with one of the mood disorders and another group including loved ones. When there is not enough to divide, we will all stay as one group.

He encontrado ambas situaciones muy útiles. Escuchar cómo otros familiares han reaccionado o se han enfrentado a la enfermedad de sus seres queridos me ha ayudado a comprender y espero poder compartir mis experiencias e ideas para ayudarles.

Escribo esta carta por un par de razones. La primera es egoísta, ya que sé que puedo aprender de las experiencias de los demás. La segunda es que varios del grupo han mencionado que no sienten que sus cónyuges entiendan su enfermedad mental y no les apoyan. En algunos casos, cuando se les pregunta si han hablado de ello con ellos, dicen que no lo hacen. Consideran que el cónyuge debería saber lo que necesitan de ellos. Algunos de ellos incluso nos dicen que no quieren que sus cónyuges vengan, ya que sienten que este es su lugar especial. Solo puedo decir que este grupo nos ha ayudado enormemente a Cathy y a mí, y espero que nos den una oportunidad y quizás encuentren la esperanza, el apoyo y la amistad que nosotros tenemos. Después de todo, la enfermedad mental de un miembro de la familia afecta a toda la familia y todos necesitamos tener esperanza.

Saludos cordiales,
Mike