ganar, este "viaje del bienestar" no es un viaje de perfección. Es un viaje de progreso imperfecto. Para hacer este viaje, tú y yo debemos estar dispuestos a aceptar el hecho de que nunca vamos a ser perfectos. Nadie es perfecto. La recuperación, que yo defino como retomar la propia vida de una forma nueva, se construye sobre fracasos de los que aprendemos, nos levantamos y seguimos avanzando. Avergonzarnos a nosotros mismos y creer que un fracaso nos convierte en unos completos fracasados es simplemente una mentira salida directamente de las fosas del infierno. Todo el mundo fracasa. Todo el mundo se queda corto. ¿Cuál es la diferencia entre los que deciden rendirse y creer la mentira de que son unos completos fracasados y los que tienen éxito? Es sencillo: entender que avanzar es un progreso imperfecto frente a la perfección.